jueves, 14 de mayo de 2009

35 países jóvenes

1991 fue un año pródigo en la aparición de nuevos países. Sólo entre abril y septiembre once nuevos estados se sumaron al mapamundi, pero no serían los últimos. La extinción de la Unión Soviética todavía daría para varias naciones más, al igual que la antigua Yugoslavia sería troceada en más pedazos. Pero no solo las federaciones socialistas serían la cantera de nuevas naciones. En África, Asia y Oceanía también aparecerían nuevos estados, algunos minúsculos, otros más bien creciditos. Estas son sus historias.

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Image and video hosting by TinyPicArmenia: 21 de septiembre de 1991. En pleno proceso de desintegración soviético, la RSS de Armenia y su vecina la RSS de Azerbaiyán comenzaron un conflicto por el control del Alto Karabaj o Nagorno Karabaj, una región técnicamente azerí pero poblada mayoritariamente por armenios. Por esta, entre otras muchas causas, en Yereván se sucedieron las manifestaciones de corte nacionalista exigiendo la autonomía, cuando no la independencia. En 1990 Armenia declaró su soberanía frente a la URSS, como ya habían hecho Ucrania o Bielorrusia. Tras el golpe de estado contra Gorbachov de 1991 el país se apresuró a votar su independencia, votada el 21 de septiembre y proclamada dos días más tarde.

Image and video hosting by TinyPicAzerbaiyán: 18 de octubre de 1991. Una vez más se repitió la historia. Tras proclamar su soberanía frente a la URSS en 1990, la RSS de Azerbaiyán retiró las dos eses de su nombre e inició su camino hacia la independencia restaurando su bandera tradicional y eliminando la soviética. En septiembre del año siguiente se celebraron elecciones presidenciales, y el 18 de octubre el parlamento proclamó la independencia, ratificada en referéndum en diciembre de 1991. En ese mismo mes la población del Alto Karabaj votó también por la independencia, sin que los azeríes lo aceptaran de demasiado buen grado, y estalló la guerra del Alto Karabaj, que duraría cuatro años y terminaría con Armenia controlando una sexta parte del territorio azerí.

Image and video hosting by TinyPicTurkmenistán: 27 de octubre de 1991. El país de los turcómanos, cuya bandera es una de las más detallistas del planeta, siguió los pasos de la mayor parte de las repúblicas soviéticas, asumiendo la mayor parte de las competencias (política económica, social y demás) en su territorio en el año 1990. El Soviet Supremo de la RSS Turcómana aprobó la elección de Saparmyrat Nyýazow, un perfecto enajenado, como primer presidente de la República, y proclamó la independencia en octubre del 91, cuando el proceso de desmoronamiento de la URSS se acercaba ya a su final. Durante los siguientes quince años el presidente vitalicio Nyýazow creó un culto a la personalidad que le llevó no solo a llenar de retratos suyos el país, en el más depurado estilo norcoreano, sino a renombrar los meses del año en homenaje a miembros de su familia.

Image and video hosting by TinyPicKazajistán: 16 de diciembre de 1991. La última república en independizarse formalmente del gigante soviético lo hizo casi a regañadientes. Aunque en 1989 se habían producido manifestaciones populares contra la política moscovita de realizar pruebas nucleares en su territorio, el presidente Nursultan Nazarbayev se mostró contrario a la secesión de la URSS hasta que, literalmente, ésta dejó de existir. El 8 de diciembre de 1991 los presidentes de Rusia, Bielorrusia y Ucrania ya habían fundado la CEI, a la que se adhirieron la mayor parte de las naciones integrantes de la Unión Soviética, y de la URSS sólo quedaba el nombre. Cuando el 16 de diciembre de 1991 finalmente Kazajistán proclamó su nacimiento como Estado, la Unión Soviética no existía más que para darle un cargo a Mijail Gorbachov, que dimitiría como presidente nueve días más tarde.

Image and video hosting by TinyPicBosnia y Herzegovina: 1 de marzo de 1992. La pequeña república balcánica fue, y de lejos, la que más sufrió al independizarse. Bosnia es una república multiétnica, donde conviven croatas, serbios y bosniacos. La política local se basaba en la identificación con una etnia, siendo los partidos de caracter “nacional”, no transversales. Bosnios y croatas se encontraban mayoritariamente a favor de la independencia, mientras que la minoría serbia (un 30% en aquella época) se mostraba favorable a la permanencia en la federación yugoslava. Habiendo declarado su soberanía en 1991, el 1 de marzo de 1992 celebró un referendo de independencia, boicoteado por los serbobosnios, que, con un 64% de participación, otorgó un 98% de papeletas al “sí”. Belgrado no aceptó el resultado, y el ejército serbio procedió a invadir el país, primero, y a exterminar a bosnios y croatas, después. Los propios croatas, supuestamente aliados de los bosnios, protagonizaron un par de campañas de limpieza étnica contra ellos en las zonas donde eran mayoritarios. Sarajevo sufrió el peor asedio desde la II Guerra Mundial (tres años), y las matanzas de civiles a manos de las fuerzas serbias se contaron por decenas. La guerra terminó cuando en 1995 la OTAN decidió pasar a la acción y recetarle jarabe de cazabombardero a las fuerzas serbobosnias. Los acuerdos de Dayton de 1995 configuraron el estado plurinacional bosnio, que tiene nada menos que tres presidentes, uno por cada etnia, croata, bosnia, y serbia.

continuará...

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